Impresiones...

Estos últimos días al leer la prensa y ver los noticieros televisados me quedado realmente preocupada de ver como el mundo, nuestro mundo ha retrocedido en todos los sentidos y lo más común a nivel general y global es la vulneración de derechos fundamentales tan importantes como, el derecho a la libertad, y el derecho a la paz, por mencionar, solo algunos. Violaciones, que tienen como agravante mayor que no son cometidas por individuos si no, por Estados que llegan incluso a cometer crímenes bajo las mas estúpidas excusas.

Es lamentable y al mismo tiempo obvio, que son las grandes potencias, las que incurren en estas vulneraciones, porque son las que tienen el poder y quien tiene poder, tiende a abusar de él. Esto, sólo para defender intereses, los que, llámenlos como los llamen, disfrácenlo como lo disfracen, no son más que intereses económicos; atropellando, bajo banales razones lo que quizá sea el valor universal supremo por excelencia, que es la vida humana, la que, la mayoría de la veces y sin la menor consideración es menospreciada, denigrada y destruida por estos.

Es realmente triste ver como tantas personas deben sufrir las consecuencias de los actos cometidos por estos Estados, por solo hecho de tener la mala suerte de estar en medio de sus intereses económicos.

Muchos, podrían decirme que estoy equivocada, pero para muestra basta un botón. Así por ejemplo, lo que está sucediendo en Bolivia no es más que una reacción de estos Estados (o de ese Estado, que no menciono pero que todos, imagino, entienden cual es) a las políticas nacionalistas implementadas por el presidente Evo Morales; y así mismo, las continuas acusaciones que se hacen en contra del gobierno venezolano, y más específicamente, en contra de su presidente Hugo Chávez, vienen a darse por las misma razón anteriormente mencionada de las políticas nacionalistas que este presidente a su vez ha implementado en su nación, que si bien, benefician a la mayoría de los ciudadanos de ambos países, afectan a grupos económicos tanto nacionales como extranjeros.

Lo más gracioso, e incluso irónico, es que son precisamente estos Estados los que pretenden imponer cánones y modelos de comportamiento a nuestros países e cuanto a respeto de derechos fundamentales se refiere, cuando son ellos los primeros en no practicar lo que predican.

Y así sucesivamente, podríamos continuar, pero por ahora, no creo que sea necesario, aunque les advierto que esto es sólo un preámbulo, pues si bien he mencionado algunas cosas que suceden a nivel internacional todavía faltan, las que suceden a nivel las nacional, que son aquellas que me afectan de manera directa.