Tío Guaroa

Tío Guaroa, jamás pensé perderte, jamás pensé en tu muerte. Te sentía muy seguro, pensaba que estaría conmigo por mucho tiempo. Pero también jamás pensé que me dolería tanto perderte. La verdad, como pasa siempre, uno no se da cuenta de lo que tiene, sino hasta que lo pierde.
Sabes tío, te extraño mucho, ya han pasado cinco meses desde que te fuiste, pero yo siento como si fue ayer porque aun el dolor es demasiado grande para soportar, porque todo este tiempo he intentando no pensar siquiera en ti, porque me duele, porque no puedo siquiera mirar tu foto sin llorar, porque aun apareces en mis sueños siendo como siempre fuiste conmigo, alegre, cariñoso, abrazándome.
Tío Guaroa no sé cuantas veces he querido, al ver un carro blanco pasando, que seas tu llegando a mi casa como lo hacías siempre; o que cuando mi mamá hace sancocho o asopao como pienso que Jonny debería llamarte como lo hacia cada vez que se cocinaba algo que sabíamos que te gustaba.
Al principio de tu partida tío, no podía siquiera dormir o comer, solo podía llorar, y cuando conseguía por lo menos conciliar una hora de sueño, también lloraba y te llamaba, eso dicen mi papá y mi mamá. Y debe ser cierto tío, porque yo aun quiero que me cargues, y que me digas que soy tu abogada, porque simplemente, te extraño muchísimo.
Sabes tío, mi papá también te extraña mucho y llora cuando se acerca la hora en que tu siempre venias. Al principio solo se quedaba mirando la silla en la que siempre te sentabas.
Tío yo nunca podré olvidarte, y no quiero hacerlo porque aunque sé que ya no estas conmigo yo te quiero y te llevo en mi corazón.
Gracias tío por quien fuiste por quien siempre serás para mi.